Desde su origen conviven en Castril diferentes culturas a lo largo del tiempo, por lo que ofrece un patrimonio cultural rico en urbanismo, en arquitectura, en artesanía y en paisaje.
Esta diversidad cultural se cuece durante siglos para ofrecer al visitante un escenario lleno de matices, porque Castril representa cada día una verdadera y espectacular puesta en escena; y sus actuantes no son otros que la tierra, el agua, sus calles, sus gentes y los ciclos vitales que se desarrollan en armonía con la naturaleza; los niños son amigos de los pájaros, que también habitan sus calles, y sus casas ofrecen las huellas ancestrales inmortalizadas y encaladas en las fachadas.
Porque Castril es naturaleza y tradición.